Natalia Denegri no para de cosechar éxitos en el exterior. Tras haber ganado siete premios Emmy por sus documentales de investigación y ser elegida tapa de revista de los principales medios de Latinoamérica, la periodista, conductora, actriz y empresaria argentina radicada en Miami lanzó en el prime time del prestigioso canal MegaTV su nuevo documental “Fútbol argentino: historias de pasión y fanatismo”.

El documental, que ella misma condujo y produjo con su casa productora “Trinitus Productions”, busca explicarle al mundo la pasión de los argentinos por el fútbol a través de entrevistas con famosas figuras deportivas. Además de contar con la inigualable voz de Lalo Mir en la narración en off, el documental cuenta con impactantes entrevistas a grandes personalidades del fútbol tales como los presidentes de Boca Juniors y River Plate, Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio; campeones mundiales como Omar Larrosa y Alberto “El Conejo” Tarantini; fanáticos famosos como Guillermo Miguel, dueño del restaurante “El Corralón”; y hasta con el ex representante de jugadores Guillermo Coppola y el ex presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem. Con todos habló no sólo de su pasión por el deporte, sino también de su costado de hincha: cómo llegaron a seguir a sus clubes, las cosas más locas que hicieron acompañándolos y los mejores recuerdos que el fútbol les dejó.

Aunque estos sin dudas son nombres fuertes, fueron otras dos entrevistas las que se llevaron los picos de rating e hicieron que Natalia recibiera miles de llamados y propuestas internacionales. Es que además de entrevistar a semejantes personalidades, la argentina se dio el lujo de hablar con Carlos Tevez .

Con “Carlitos”, como se lo conoce con cariño en todo el mundo, habló de su enorme trayectoria -que lo posiciona como el segundo jugador con más títulos de la Argentina después de Lionel Messi-, el rol de los hinchas en el estado de ánimo del equipo, de su amor por Boca y también, cómo no, de sus humildes inicios en Fuerte Apache y cómo eso lo llevó a preocuparse por los que menos tienen a través de su su propia fundación. “Fue un honor hablar con él y la entrevista del documental la incluiré también en mi programa, Corazones Guerreros, porque es un gran ejemplo de autosuperación para los niños y jóvenes que me siguen, para enseñarles cómo se puede llegar a algo grande si uno hace bien las cosas y se prepara”, le dijo con emoción Natalia a Pronto.com.ar.

IMPARABLE 

Este documental es sólo una parte de todo lo que hizo y hará Natalia este año. A comienzos de año viajó a Colombia para filmar un cortometraje junto a Juan David Galindo, uno de los galanes de Sin Senos Si Hay Paraíso, y prepararse para un papel en esa misma serie. Además, pasó casi una semana conviviendo con las comunidades Wayuú del desierto de La Guajira, en el límite de Colombia con Venezuela, para rodar un documental que muestra a través de su mirada la grave crisis humanitaria que atraviesan: más de 3500 niños muertos por desnutrición y falta de agua potable, suelos áridos y falta de lluvias que imposibilitan la agricultura, malas condiciones edilicias, pobreza extrema, falta de educación y el olvido del Estado.

A este documental se le suma otro sobre la precaria situación de los niños y jóvenes refugiados de Siria en Líbano, una tentativa para producir una película en Hollywood con importantes figuras internacionales, la octava temporada de Corazones Guerreros en el prime time de MegaTV, y viajes por todo Estados Unidos y Latinoamérica como vocera de la Fundación Hassenfeld y Hasbro Toys, para ayudar a los niños. De hecho, junto a ellos llevó ayuda humanitaria a La Guajira y se prepara para inaugurar la primera escuela de la zona.

Las labores solidarias, sin dudas, forman una parte importante de la vida de esta argentina, que hizo de su amor por el prójimo una misión que no la detiene y que la llevó hasta a ser condecorada por el Congreso de los Estados Unidos por su labor solidaria en Puerto Rico tras los desastres causados por los mortales huracanes Irma y María, donde reunió millonarias donaciones que llevó en dos aviones humanitarios y rescató a 300 personas enfermas y de avanzada edad para trasladarlas a hospitales de Miami.