La actriz y conductora argentina NATALIA DENEGRI triunfa en Miami y escribe de nuevo a la cigüeña

TEXTO: ALEJANDRO SALAZAR HERNÁNDEZ • FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA DE LA ARTISTA

El año pasado fue considerada una de las 25 mujeres latinas más poderosas en los Estados Unidos, junto a Salma Hayek y Thalía. A decir verdad, Natalia Denegri ha hecho méritos suficientes para merecerlo. En 2011 abandonó su natal Argentina para concretar sus sueños en Miami, y su tenacidad la ha convertido en actriz de cine, conductora del programa de televisión Corazones guerreros, empresaria, productora y escritora de documentales que plasman el sufrimiento de cubanos y venezolanos en el exilio. Sus trabajos le reportaron ya siete premios Emmy, convirtiéndose en la primera argentina en lograrlo. Y no sólo eso. Su espíritu filantrópico desplegado en pro de los damnificados por el huracán María en Puerto Rico le valió también reconocimiento del Congreso de los Estados Unidos en 2017. Natalia nos concedió una entrevista en la que revela proyectos únicos al lado de su esposo, Daniel Rodríguez, y su hija, Nicole.

“NUNCA FUI UNA MUJER QUE SE QUEDARA QUIETA”

Estudiaste Leyes y actuación, y trabajaste en teatro, cine y televisión de Argentina, ¿qué te orilló a abandonar tu patria y probar suerte afuera?

Nunca fui una mujer que se quedara quieta, siempre me gustó viajar, conocer gente y trabajar sin descanso. Eso me llevó a abandonar mi tierra para vivir en los Estados Unidos. Desde chica siempre que viajaba con mi familia a Miami, pensaba lo lindo que sería vivir en un lugar así con clima divino todo el año y cerca del mar. Como pisciana que soy, el agua me define y me encanta. Cuando surgió la posibilidad de trabajar en los medios estadounidenses –uno de mis sueños–, y también de iniciar una cadena de restaurantes en esta hermosa ciudad, no lo dudé ni por un segundo, y hacia acá nos vinimos con mi marido.

En 2012 debutaste como actriz en cine con la película El pozo, ¿cómo llegó esa oportunidad?

La historia es muy linda y especial. En Argentina soy madrina de una asociación de padres con hijos autistas. El director de la película, Rodolfo Carnevale, tiene un hermano con ese trastorno, y justo en 2011 concurrió al centro que amadrinaba. Ahí me habló de la película que preparaba, y en la que justo también iba a participar mi maestra de teatro, Dora Baret; entonces se nos ocurrió armar algo juntos. Así surgió mi papel de Sandra, una terapeuta de la institución en la que el personaje de Ana Fontán, la protagonista, interna a su hija autista.

Decidiste luego residir en Miami, ¿qué te llevó a esa ciudad?

La misma película; por eso siempre digo que su historia es especial. El pozo fue multipremiada en el Festival de Films Independientes y Videos de Nueva York. Cuando estaba ahí me convocaron de varios medios de Miami para dar entrevistas acerca de los premios que habíamos recibido, y también del de Actriz Revelación que obtuve en México en la primera Muestra Internacional de Cine Independiente (que conduje con Gabriel Soto) por esta película. Fue entonces cuando me llamaron de CNN Latino Miami para hacer un programa periodístico solidario. Eso, sumado a los emprendimientos con socios argentinos a nivel gastronómico con la cadena de restaurantes Baires Grill, fue lo que hizo que me decidiera a hacer de Miami mi nuevo hogar.

“Como mujer nunca hay que bajar los brazos”: Natalia Denegri“LOS PREMIOS SON UN MIMO AL ALMA”

¿Cómo surgió la idea de hacer el programa Corazones guerreros, cuya misión es ayudar a niños con discapacidades físicas?

Es el programa al que me convocó CNN Latino y uno de los proyectos más especiales de mi carrera. Ya lleva casi siete años al aire en Estados Unidos, Puerto Rico y siete países latinos más. Está integrado por diferentes secciones: una en la que interactuamos con niños y hablamos del cambio climático, los valores y la familia; otra en la que entrevisto a celebridades y me cuentan el otro lado de la fama, su lado solidario, y otra en la que mostramos casos de niños que, pese a las dificultades, pueden superarse. Además,  junto a la Fundación Hassenfeld, de la que soy embajadora en Latinoamérica, y con Hasbro Toys, ayudamos a las familias para que puedan vivir mejor.

Has producido también varios documentales que han sido laureados, ¿a qué atribuyes que obtengan tantos reconocimientos?

Al trabajo en equipo, sin lugar a dudas. Como dice mi amigo y compañero Nelson Bustamante: “El trabajo en equipo obra milagros”. Eso fue lo que nos llevó a tantos reconocimientos en todo el mundo y a recibir tantas nominaciones y galardones de los premios Emmy. Cuando uno trabaja en conjunto con el otro ve cosas que no habría visto por sí solo, aprende, crece, se hace mejor. Por eso siempre nos vamos superando, por eso cada documental que hacemos es mejor que el anterior. Pero algo que también hace que todos nuestros proyectos se luzcan de esta forma es el hecho de que son de contenido positivo. Los medios de hoy están llenos de cosas negativas, y nuestros contenidos son todo lo opuesto: son positivos, con un mensaje, y eso a la gente le gusta porque es una bocanada de aire fresco frente a tanta negatividad.

¿Por qué tu interés por los temas del exilio cubano y del gobierno de Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela?

Porque tengo muchos amigos cubanos y venezolanos que viven en Miami, y sé lo que sufren al saber que sus familias se encuentran aisladas, sin medicinas, sin comida y luchando todos los días para sobrevivir. No puedo quedarme de brazos cruzados ante ello, hay que mostrarle al mundo lo que está pasando con esa gente, que es víctima de regímenes que en lo que menos piensan es en su gente, en su patria. Eso es lo que quise hacer con los documentales Doble exilio 1 y 2, y con Venezuela, la verdad.

“Como mujer nunca hay que bajar los brazos”: Natalia DenegriA lo largo de tu carrera has sido galardonada con siete premios Emmy, ¿eso te ha obligado a enfilar tu carrera a un terreno más específico?

No, todo lo contrario. A mí siempre me interesó conocer las historias de otras personas, la forma en que viven, sus sueños, sus deseos, sus anhelos y también sus luchas de cada día, para compartir eso con el mundo. Por eso me hice periodista y actriz, y por eso también surgieron proyectos como Corazones guerreros y todos los documentales que hice con Trinitus Productions. Para mí, los premios son un mimo al alma, una inyección que me da más y más ganas de seguir produciendo contenido positivo, que es lo que se necesita en la televisión actual. ¡Basta de cosas negativas!

“CON ESFUERZO TODO SE LOGRA”

¿Cómo fue tu experiencia en Puerto Rico, donde junto con otras celebridades ayudaste a los damnificados del huracán María?

Fuerte, de gran aprendizaje, pero también de enorme crecimiento espiritual. Después de ver las terribles condiciones en que quedaron nuestros hermanos puertorriqueños, junto con la Fundación Hassenfeld conseguimos dos aviones que llenamos de medicamentos y elementos básicos de supervivencia, y luego los usamos para transportar a enfermos para que los atendieran en clínicas de Miami y salvaran sus vidas. Ver el desastre que quedó en la isla y la situación en que quedó su gente me partió el corazón, pero ver la fuerza que tienen los puertorriqueños me demostró que, a pesar de las adversidades, uno tiene que sacar fuerza para mantenerse entero. Eso es justo lo que intento transmitir en Corazones guerreros. Como decimos en Argentina: “Detrás de las nubes, el cielo siempre es azul”. Hay que seguir adelante para comprobarlo.

Eres una mujer polifacética: periodista, empresaria, conductora, productora, escritora, actriz, activista… ¿con cuál de todas te identificas más y por qué?

No hay una sin la otra. Como decía antes, me interesa conocer y compartir las historias de vida de personas luchadoras, y de alguna forma, con todas mis facetas lo hago. Hasta como empresaria, porque trabajo con gente que no se dio por vencida y luchó mucho para llegar a donde está y darle vida a sus proyectos empresariales. Esto es lo que me hace disfrutar tanto de todas las facetas de mi carrera.

“Como mujer nunca hay que bajar los brazos”: Natalia DenegriEl año pasado fuiste considerada entre las 25 mujeres latinas más poderosas residentes en los Estados Unidos, ¿qué mensaje das a las mujeres en estos tiempos de empoderamiento?

Nunca hay que bajar los brazos; con esfuerzo todo se logra y nuestras voces jamás deben ser calladas, sino todo lo contrario: tenemos que gritar cada vez más fuerte para que todo el mundo oiga lo que tenemos que decir. El momento histórico que estamos viviendo cambia el paradigma y le pone fin a la desigualdad entre hombres y mujeres, y es el momento ideal para ser valientes. Los antiguos egipcios creían que la mujer era la representación del conocimiento, la espiritualidad y el poder, y por eso muchos de sus dioses eran mujeres. Con el tiempo, esa mirada se desvirtuó y se nos hizo creer que no valíamos, que sólo veníamos al mundo para servir, asegurar la herencia y ser sumisas. Esos tiempos se acabaron. Las mujeres hemos conseguido cosas increíbles, todos los días demostramos al mundo de lo que somos capaces, y esa es la lucha con la que me siento representada, y que espero poder transmitirles a todos hasta que las nuevas generaciones lo tengan tan incorporado que no tengan ni que pensar en ello.

Anuncias nueva temporada de Corazones guerreros y tu deseo de convertirte en madre por segunda ocasión. ¿Te agobia considerar un plan personal tan importante como la maternidad teniendo tantos proyectos en puerta?

¡Claro que no! Si así fuera no estaría buscando un segundo hijo (Risas). Las mujeres todo lo podemos, y aun embarazadas y/o con niños pequeños logramos siempre destacar tanto a nivel profesional como en el hogar. Claro, a veces me sorprendo de dónde saco el tiempo para todo, pero así somos las mujeres: cuando nos apasionamos por algo, no paramos. Yo disfruto mucho de mis diferentes facetas; por ejemplo ahora, mientras busco el hermanito para Nicole, estoy con todo preparando la nueva temporada de Corazones guerreros, varios documentales, una película con actores de Hollywood y también un programa de viajes y entrevistas junto a la agencia de turismo Iconos Travel, de la que formo parte. ¡No paro!